Reflexiones sobre las VI Jornadas El Líder Imperfecto: Liderazgo + Cuidado + Autocuidado

Liderazgo es una palabra majestuosa, con mucha fuerza, con autoridad y que traslada apreciación, respeto y poso. Una persona líder, por tanto, es alguien con mucha presencia, que sin decir nada dice mucho, y que ilumina el espacio incluso cuando no hay luz. Una persona líder es alguien cercana, que escucha activamente, que guía al resto con las mejores intenciones. En definitiva, una red de soporte que nos empuja hacia arriba en los momentos bajos y que nos endereza en la dirección correcta en ciclos cambiantes.

Hoy en día las mejores escuelas de negocios incluyen asignaturas dedicadas exclusivamente al liderazgo, los influencers presumen de ser líderes referentes y son muchos los cursos tipo «aprende a ser el mejor líder en 30 días» que prometen reconvertirte en una nueva persona casi de un día para otro como si de magia se tratara. ¿Acaso tener un perfil pomposo en Linkedin de jefe o directiva te convierte directamente en líder? ¿Es el liderazgo causa o efecto? ¿Es una etiqueta de quita y pon?

Como humanos tenemos la capacidad de aprender, de adaptarnos y de desarrollarnos en mejores versiones de nosotras mismas, eso es indudable. Más aún, confío en que características clave del liderazgo como podrían ser la escucha activa, el respeto y la generosidad se pueden desarrollar. No obstante, hay personas que tienen el rol de líder o lideresa de forma innata, natural, que tienen un don para guiar a un grupo, para influir en las personas que las rodean y para atraer y cautivar a quien se les ponga por delante. ¿La causa de ello? El carisma, una gran virtud que, de no cuidarla bien, hace tambalear a su dueña.

Eso nos lleva a la siguiente ecuación: (carisma) ^ autocuidado = liderazgo

Cuidarnos a nosotras mismas significa preocuparnos por nuestro bienestar y poner interés y atención en lo que hacemos para que salga lo mejor posible. Una líder que cuida su propio cuidado estará en disposición de ser la mejor versión de sí misma para luego poder ser la mejor líder para los demás. La buena energía se transmite, una gran sonrisa la contagia y una persona que se cuida, tiene el porte digno de ser líder.

En definitiva, apostemos por la idea de auto conocernos para saber quiénes somos de verdad, qué necesitamos y qué nos hace vibrar. Identifiquemos aquellas emociones, cosas y relaciones que necesitamos para estar bien, para cuidarnos desde el respeto y siendo fiel a nuestros principios, nuestra autenticidad. Evitemos el autoengaño y descubramos nuestra mejor versión, un camino que desencadenará en una energía similar al carisma para así poder ser la mejor líder para nosotras mismas, y después para las demás.

Erkuden Senar

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