Reflexiones sobre las V Jornadas El Líder Imperfecto por Joaquín Bermejo

Conocía el proyecto de las jornadas de “El Líder Imperfecto”, pero no había tenido la ocasión de participar hasta esta última edición en la que Marisa Iturbide y Javier Salvat me dieron esta maravillosa oportunidad y por ello doy las gracias.

Gracias por hacerme cuestionar que el estar con un grupo de gente desconocida y encantadora, puede ser un refugio de soledad compartida en el que reflexionar y cuestionarnos cualquier acepción de las palabras líder, éxito y soledad.

No sabía el porqué del título y ahora lo entiendo, tenía el pensamiento que ser líder y tener éxito era perfecto, pero ahora me cuestiono todo y lo que yo llamaba “dolores de cabeza” era simplemente soledad ante la toma de decisiones y al empatizar con equipo y mi entorno, haciendo míos los problemas de todos, intentando poner todo de mi parte para que todo el mundo sea feliz a mi alrededor.

Lo que yo llamaba éxito, ahora lo veo simplemente como un hito más dentro de todos los tipos de éxito que debemos buscar: personales, ajenos, familiares, profesionales, de salud… y un largo etcétera. Tantos como individuos somos, porque cada persona es diferente y no existe la perfección, no existe el liderazgo sin seguidores y detractores, no existe el éxito sin fracaso, no existe la soledad sin haber atravesado antes por el ruido de la multitud diciéndote que no merece la pena intentarlo, pero tú consigues evadirte, ser valiente y llevar al éxito tus proyectos, laborales y de vida.

Soy líder, soy imperfecto, fracaso a menudo y precisamente por eso disfruto de éxitos que comparto para jugar con la soledad a mi antojo.

Joaquín Bermejo

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