¿El idioma invisibiliza a la mujer? ¿Es compatible la lucha feminista con el respeto al sistema de la lengua? ¿Tiene sentido que el masculino genérico se presente como símbolo de la dominación del varón? ¿Es eficaz actuar sobre el lenguaje para combatir el machismo?
Álex Grijelmo ha escrito un libro concebido con espíritu conciliador y divulgativo para acercar posiciones distantes, sin que ello suponga dar por buenos ciertos tópicos que se han ido imponiendo a fuerza de repetirse. ¿Pero entonces no fue el patriarcado? Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo es un libro que muestra los aciertos pero también las contradicciones y los excesos, y tiene la sensibilidad, la independencia y la solidez necesarias para aportar claridad y sentido común.
El libro de Álex Grijelmo afirma que algunos de los problemas que denuncia el feminismo sí se hallan en fenómenos de lengua, pero los más criticables (los refranes, los dichos o la perspectiva androcentrista que, a menudo sin darnos cuenta, aplicamos al hablar) no son necesariamente los que más se combaten.
Con este mismo sistema de lengua (el sistema es una cosa y los usos son otra) se puede construir una sociedad igualitaria si nos aplicamos a la tasca y no nos distraemos en el camino. Para ello habrá que luchar contra la violencia machista, el patriarcado, la brecha salarial, la desigualdad en el hogar, la discriminación de las trabajadoras, el control de los muchachos varones sobre los teléfonos de sus novias, la publicidad sexista o el tratamiento de la mujeres en los videojuegos.
Las sociedades humanas deben buscar la igualdad real de sus integrantes y en ese proceso habrán de colaborar hombres y mujeres. Unidos en la misma lucha.
El lenguaje tampoco está exento de discriminaciones, ni de ser criticado justamente con una perspectiva feminista. Pero no es fácil de manejar mediante intervenciones ajenas a su evolución propia.
En cualquier caso, cuando todos esos problemas acuciantes estén resueltos (ojalá pronto), la realidad habrá cambiado los contextos; los contextos habrán transformado el sentido de las palabras y los genéricos masculinos se convertirán en una mera convención porque habrán sido asaltados por las mujeres al invadir sus significados, como ya ocurrió con homenaje o patrimonio o patria potestad, y como han logrado hacer los homosexuales al apropiarse del vocablo matrimonio (de mater, madre). Ojalá las mujeres ocupen muy pronto los terrenos que les corresponden tanto en la realidad como en sus reflejos, entre ellos, el lenguaje.
PROPUESTA DE ACUERDO SOBRE EL LENGUAJE INCLUSIVO. ÁLEX GRIJELMO
