RESUMEN DE LA SESIÓN
Fue un placer compartir charla e inquietudes en la primera sesión online de El Líder Imperfecto, Lucidez vs Incertidumbre y provocar una reflexión grupal en progreso con el objetivo de elaborar un documento que sirva de punto de partida a las III Jornadas El Líder Imperfecto.
Las Jornadas 2020 quieren poner a debate el autoliderazgo y la educación con el objetivo de identificar y proponer un canal bidireccional y nutriente entre ambos. En la sesión que tuvo lugar el 16 de abril uno de los temas en los que coincidimos es la desconexión entre las habilidades adquiridas por las personas en largos años de aprendizaje y las que ejercita a su entrada en el mundo profesional y empresarial; pueden ser dispares, si no claramente contrarias.
Autoliderazgo y Educación: ¿Cómo van a evolucionar líderes y seguidores? ¿Qué impacto va a tener la crisis del 2020 en la formación y preparación de adultos, jóvenes y niños? ¿Qué podemos hacer para levantar puentes alineados, sólidos y duraderos entre la educación y el liderazgo? Creemos que este es un momento en el que se hace imprescindible reforzar el autoliderazgo, siempre ha sido importante ponerlo en práctica pero a partir de ahora será crucial. Por ello, se hace necesario preparar y acompañar a las nuevas generaciones en la difícil tarea de aprender a ser capitanes de sus destinos antes de alcanzar niveles de liderazgo social y empresarial.
De manera muy resumida, incluimos algunos de los planteamientos que compartimos en la sesión.
- Autocrítica y autoconcepto. Uno u otro, ¿o los dos?
- Autocomplacencia y soberbia, dos palabras que últimamente se asocia a la palabra líder, ¿hastío, percepciones o hechos?
- Quizá no nos conviene la autocrítica: el autoconcepto aporta más desde las fortalezas, pero si no hay autocrítica, ¿cómo identificamos debilidades, y valoramos amenazas y oportunidades?
- ¿Cuál es la motivación para aprender en momentos como el que estamos viviendo? ¿Llenar el tiempo, adquirir habilidades, prepararse para el futuro?
- ¿Cómo estamos acompañando y comunicando a distancia con alumnos, colaboradores, clientes, proveedores? ¿Marcará una nueva pauta en las relaciones? ¿Tendremos nuevas expectativas y exigencias?
- Vivimos momentos de grandes generalizaciones y buenos propósitos, ¿nos autoengañamos?
- Se ha puesto el foco en los contenidos conceptuales, ¿qué papel juegan en la educación los contenidos actitudinales?
- Siempre ha sido necesario crear espacios de seguridad, ¿va a ser un objetivo prioritario en escuelas y empresas cuando reabran?
- ¿Qué habilidades hay que fomentar cara al futuro inmediato?
- No hay igualdad de oportunidades, ni en educación ni en el mundo laboral, ¿qué tipo de líder (educación, empresa) se necesita para transformar esta situación?
- Hay una brecha entre la escuela y el mundo real: la escuela no es la única educadora, lo es también la familia, los medios de comunicación, los pares… ¿qué se puede hacer para salvar esa brecha?
- Exigimos excelencia en el rendimiento académico, profesional y empresarial, ¿qué excelencia aportan educadores, formadores y capacitadores para alcanzar el rendimiento exigido?
- Vamos a tener que aprender y rápidamente, ¿por dónde empezamos?
- Estar familiarizado con la tecnología no implica necesariamente saber comunicar, ¿quien enseña a comunicar? ¿hay que cambiar palabras y lenguaje?
- Las nuevas generaciones, ¿están acostumbradas al caos o no lo perciben? (hiperprotección, hiperpaternalismo)
- Tenemos que aprender a dialogar, ¿qué están haciendo las instituciones educativas en este sentido? ¿qué podrían hacer?
- Es evidente que un cambio cultural es imperativo, ¿por dónde empezamos?
- Es imprescindible prestigiar la labor del profesor, del maestro, del capacitador, ¿cómo conseguirlo? ¿deberían ser las escuelas promotoras del cambio de percepción de los alumnos hacia los profesores, orientándolo y apoyándolos en su función como influencers y así revalorizar su rol ante los ojos de sus alumnos?
- ¿Cómo podemos influir en nuestro círculo inmediato? ¿qué podemos hacer y que esté a nuestro alcance?
REFLEXIONES DE PARTICIPANTES
Susana Garcia Cuadro. Directora Executiva
[ED]BUILDING Capsules Educatives
La emergencia sanitaria nos ha puesto frente al espejo y nos está obligando a superar retos nunca antes imaginados. Y el desafío es de tal magnitud que solo con el esfuerzo y la solidaridad de muchos profesionales y de todas las voluntarias y voluntarios de las redes de apoyo, ha sido posible reaccionar a tiempo y organizarse con una rapidez extraordinaria para hacerle frente.
Y es que la solidaridad de todas y todos, y desde ya, será la gran aliada a partir de ahora. Porque la emergencia no espera y porque algún día podremos salir a la calle, nos podremos mirar a los ojos y lo tendremos que hacer con la serenidad que da saber que, si había algo que podríamos haber hecho unos por otros, lo habremos hecho. Y lo habremos hecho todos juntos.
Por eso hay que seguir priorizando como siempre, y más que nunca, la educación y la transformación social. Y que uno de los ejes de trabajo de los actores educativos y sociales sea la equidad, porque solo eso garantizará oportunidades para todos. Esto va para largo. Y hará falta mucho tiempo y una alta capacidad de resiliencia para reconstruir todo lo que el coronavirus ha devastado.
Y alguien deberá liderar esta tarea ingente. Pero, aún más importante: alguien deberá acompañar a esos líderes para que tomen decisiones acertadas, desarrollen medidas sociales eficaces y lo hagan en un tiempo récord. Habrá, en definitiva, que cuidar a los que nos cuiden y en todas las formas posibles. Desde [ED]BUILDING esperamos contribuir en la consecución de ese objetivo en las III Jornadas El Líder Imperfecto.
Javier Salvat. Head of Education El Líder Imperfecto
Mediación y Coaching. Autor
Para ser impactantes y duraderos, los cambios en la manera de liderar deben ser entendidos y aceptados por la mayor cantidad de personas. Para ello, la adquisición de las habilidades necesarias para el liderazgo debe empezar en la infancia. Y no me refiero únicamente a las personas destinadas a ser líderes de grupos más o menos grandes, sino al conjunto de la población, porque cada individuo debería empezar por aprender a liderar su propia vida.
Una buena educación académica es imprescindible, pero si no va acompañada de una formación en habilidades humanas difícilmente obtendremos las herramientas que los retos que sin duda alguna va a tener que afrontar el ser humano, tanto a nivel individual como colectivo, van a requerir.
Yo puedo tener conocimientos técnicos excelente en cualquier disciplina, sea en economía, finanzas, medicina, arquitectura, abogacía, etc. Si no soy capaz de moverme con un cierto grado de comodidad en la gestión del tiempo, el trabajo en equipo, la valoración del riesgo, la gestión del conflicto, el dominio del miedo al fracaso, la comunicación eficaz, la inteligencia emocional, la habilidad en la negociación y una actitud de valoración máxima del concepto de responsabilidad, entre otras cosas, me voy a sentir enormemente limitado para liderar mi vida y la de cualquier grupo o equipo.
Soy consciente de que las materias curriculares son imprescindibles, pero tenemos que encontrar la manera de incorporar las otras, que también lo son. Para caminar bien, hacen falta las dos piernas.