VIII Jornadas El Líder Imperfecto. Autosabotaje

No quiero ser líder. No puedo ser líder.

El miedo al liderazgo puede explicarse por la responsabilidad que puede derivarse de la posición de liderazgo en una organización o en la política. Esta responsabilidad está ligada al miedo: miedo al fracaso, miedo a ser juzgado, miedo a no ser considerado, miedo a no ser seguido, a cometer errores, a convertirse en un enemigo de los demás. Estos miedos conducen a la reticencia de algunos al liderazgo y al deseo de mantenerse alejados de él, justamente en el momento en que es más necesario.

El liderazgo, hoy más que nunca, es una posición superior con grandes responsabilidades, tareas y expectativas y puede representar un cambio o desviación de la de los predecesoras que lo ocupaban anteriormente. Asumir una posición de liderazgo implica un cambio del statu quo, posiblemente incómodo, que altera un confortable estado de estabilidad y calma y lleva a un nuevo estado caracterizado por la incertidumbre y alto riesgo. La ansiedad, la tensión y las expectativas propias y ajenas asociadas a esta nueva experiencia de liderazgo, y que no todas las personas saben o pueden asumir, provoca miedo, ese miedo muy común a asumir un nuevo rol que en ocasiones puede ir acompañado de una falta de conocimientos y experiencia, y asociado a una pérdida percibida de control personal.

El líder sabe que el periodo posterior al liderazgo será muy difícil. Ya no habrá luces ni flashes de atención, sino más bien un difícil declive y un grave aislamiento que revela que el mundo está dirigido al presente y que el gran pasado no tiene impacto real. Además sabe que las lecciones aprendidas son líquidas en un entorno rápidamente cambiante. Sabe, también, que colaboradores y admiradores no estarán allí cuando ya no ocupe el puestos de liderazgo, que soportará una importante pérdida personal y que lo dejarán solo. ¿Queremos ser líderes?

Autosabotaje es la tendencia que tenemos a sabotear y a obstaculizar por nosotros mismos la consecución de nuestras metas, objetivos y/o logros por medio de automanipulaciones inconscientes.

Los líderes son bombardeados por grupos de interés y agitadores, y luego se les pone en situaciones imposibles: «Necesitamos que arregles el problema, pero no puedes sacar el tema del elefante en la habitación». Como resultado, adoptan estrategias de apaciguamiento para evitar el conflicto. Cuando instituciones enteras caen presas de este espíritu de apaciguamiento, parálisis y búsqueda de excusas, los miembros más maduros y motivados empiezan a alejarse en silencio, lo que no hace sino empeorar las cosas.

Joe Rigney, Leadership and Emotional Sabotage: Resisting the Anxiety That Will Wreck Your Family, Destroy Your Church, and Ruin the World

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